1
En sombras de la tarde el día ya declina,
y el sábado se anuncia con gloria vespertina.
Cual brisa refrescante en cálido camino,
cual palma en el desierto, alivia al peregrino.
2
Durante la jornada que ahora ha terminado
trabajo honesto y arduo las horas han llenado.
Ahora a tu reposo mi alma agradecida
se entrega, y te suplica la colmes de tu vida.
3
En este santo día anhelo tu presencia,
pues quiero sin medida gozar de tu influencia.
Mi alma fatigada en ti hallará reposo,
y el sábado bendito darame santo gozo.
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