1
Las faenas terminadas,
con el nocturnal telón
que de los celestes atrios
ya desciende en bendición,
viene el sábado glorioso,
de lo alto el rico don.
2
Depongamos toda carga,
toda cuita, todo afán;
y pidamos ante el Padre,
do sus hijos hoy están,
en el sábado glorioso,
el divino y vivo pan.
3
Padre, tu favor concede;
por la noche guárdanos;
que sintamos tu presencia;
con la luz despiértanos
en el sábado bendito,
tu preciado día, oh Dios.
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