v
+

340


---

¡Oh, qué música divina!

1

¡Oh, qué música divina se oye desde el mar!
Embelesa los sentidos esta dulce canción.
Son las voces celestiales, que me invitan a cantar,
y me dan la bienvenida a la celestial mansión.

2

A orillas del Jordán estoy, meditando en Jesús;
y ansiosamente anhelo ya su mano estrechar.
Yo te ruego que envíes a tus ángeles de luz;
haz que pueda yo unirme a ese canto sin par.

3

Aun con aguas muy profundas y un gran vendaval;
si Jesús me lo permite, los abismos cruzaré.
Pues su música divina es sublime, sin igual;
quiero unirme al gran coro y a Cristo cantaré.

© Este himno es protegido por copyright.