1
Cuando leo en la Biblia cómo llama Jesús
y bendice a los niños con amor,
yo también quisiera estar,
y con ellos descansar en los brazos del tierno Salvador.
2
Ver quisiera sus manos sobre mí reposar,
cariñosos abrazos de él sentir;
su mirada disfrutar,
las palabras escuchar: "A los niños dejad a mí venir".
3
¡Cuántos hay que no saben de la bella mansión,
y no quieren a Cristo recibir!
Les quisiera yo mostrar
que para ellos hay lugar en el cielo, do los convida a ir.
4
Yo espero aquel día venturoso, sin fin,
el más grande, el más lúcido, el mejor,
cuando de toda nación,
niños mil sin distinción a los brazos acudan del Señor.
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